En el marco del Día del Campesino, celebrado cada 24 de junio, surge una oportunidad para valorar la producción agrícola nacional y fomentar hábitos sostenibles desde el hogar. Una alternativa práctica es la creación de un biohuerto casero, que permite cultivar hortalizas y hierbas frescas para el consumo familiar, promoviendo una alimentación saludable y el respeto por los ciclos naturales.
¿Qué se necesita para tener un biohuerto en casa?
De acuerdo con Saray Siura, ingeniera agrónoma de la Universidad Nacional Agraria La Molina (Unalm), lo primero es contar con disposición y voluntad para cuidar un huerto, además de materiales adecuados, información confiable y asesoría técnica. También es importante observar los ritmos de la naturaleza, ya que existen cultivos propios del verano y otros del invierno.
Por ejemplo, durante el verano se pueden sembrar pepinillos y lechugas de hoja, mientras que la lechuga americana no prospera con temperaturas altas.
Entre los materiales necesarios destacan:
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Semillas: pueden obtenerse de frutos maduros o de plantas que han completado su ciclo, como el huacatay.
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Recipientes reciclados: para sembrar almácigos y luego trasplantarlos.
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Tierra vegetal y abono orgánico: se recomienda aplicar compost o humus de lombriz una vez al mes para mantener la fertilidad del sustrato.
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Herramientas básicas: como lampa de mano y regadera.
En caso se utilice tierra de chacra, esta debe aligerarse con musgo grueso y compost para evitar que los recipientes se quiebren. La especialista advierte que el suelo necesita ser nutrido constantemente, ya que “el suelo es un organismo vivo”.
Qué sembrar, cómo cuidarlo y cuándo cosechar
En Lima y otras regiones de clima similar, el cultivo es posible durante gran parte del año. Entre marzo y noviembre se pueden sembrar brócoli, tomates, rabanitos, ajíes, albahacas y lechugas de colores. Otras especies comunes en biohuertos caseros son: culantro, perejil, betarraga, cebolla china, col y hinojo.
El mantenimiento del biohuerto incluye:
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Abonar mensualmente: con abono líquido, algas o humus de lombriz.
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Respetar la época de siembra: para evitar plagas y enfermedades.
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Control natural de plagas: aplicar una mezcla de agua con una cucharada de jabón líquido con ayuda de un rociador.
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Evitar el exceso de riego: observando el desarrollo de cada planta.
La especialista de la Unalm destaca que estas prácticas también sirven para reconectar con las tradiciones agrícolas y valorar el trabajo campesino. “El Día del Campesino es un buen momento para recuperar nuestras tradiciones agrícolas”, afirma.