Los hongos de la madera se han transformado en una de las principales amenazas sanitarias para el cultivo del arándano; especialmente en las zonas del norte del Perú, ya que se los asocia a un descenso de los rendimientos productivos.
El cultivo de arándano ha adquirido una gran importancia económica en Perú, debido al ascenso progresivo del área sembrada y de los correspondientes volúmenes cosechados.
Como todo cultivo, las enfermedades constituyen un factor negativo en la producción. La necrosis de tallos o muerte regresiva es una de las enfermedades más comunes que se observan en Perú y; en especial, en el norte del país.
Esta enfermedad es causada por miembros de la familia Botryosphaericeae, especialmente Lasiodiplodia theobromae, Botryosphaeria dothidea y Neofusicoccum parvum.
En la familia Botryosphaeriaceae se encuentran agrupados 24 géneros de hongos que afectan diversos cultivos importantes en el mundo. La muerte regresiva del arándano en Perú fue estudiada durante los años 2018 y 2019 observando los síntomas; y determinando a los agentes causales de la enfermedad.
SINTOMATOLOGÍA
Los síntomas de la enfermedad se pueden observar en el vivero y muchas veces pueden pasar desapercibidos. Se evidencia en los tallos pequeños cortados y necróticos de color gris ceniza.
En campo los síntomas empiezan con una necrosis de los tallos después de realizados los cortes de poda. Observándose una zona necrótica justo debajo de la zona de corte
Por estas heridas los patógenos ingresan y empiezan al colonizar los tejidos, siempre que previamente no se haya realizado un tratamiento químico eficiente y; naturalmente, que exista en el campo un potencial de inóculo del patógeno suficiente para iniciar una infección.
En condiciones favorables para el patógeno, este coloniza los tejidos de tallos infectados y provoca una necrosis visible a simple vista
Los patógenos colonizan todos los tejidos del tallo sin excepción: corteza, xilema, floema, parénquima y médula; por esto se produce una necrosis de las hojas que penden de los tallos debido a que se interrumpe la libre circulación de agua y nutrientes hacia las hojas.
Asimismo, algunos tallos muestran una defoliación severa por la caída de las hojas necrosadas. Finalmente, en caso de una evolución favorable de la enfermedad, se presenta la muerte de las plantas.
Un aspecto particular de la enfermedad en el cultivo de arándanos es el riesgo de que la infección pueda alcanzar con rapidez la corona; ocasionando la muerte de toda la planta tarde o temprano.
Solo se necesita la infección de un único tallo y que avance la infección hasta llegar a la corona. Esto para que toda una planta pueda morir.
MANEJO DE LA ENFERMEDAD
Las medidas de manejo de la enfermedad tienen tres objetivos:
• Evitar el ingreso de los patógenos a la planta, debido a que los hongos de la madera son patógenos débiles que no tienen mecanismos para romper la pared celular e ingresar directamente. Por ello es que lo hacen a través de heridas y, especialmente, por las heridas de poda.
Por lo tanto, hay que proteger la planta justo en esta etapa de poda, para lo cual se debe realizar aspersiones foliares de fungicidas a base de cobre 14 días antes; en mismo día y 14 días después de realizada la poda.
• Evitar la invasión de la planta a partir de los tallos infectados, ya que la infección puede alcanzar a la corona. Esto se consigue con podas extractivas de los órganos infectados.
• Reducción del potencial de inóculo en el campo, el cual está presente en los órganos infectados y en los residuos de poda, por esta razón se debe eliminar del campo todos los residuos de poda, ya que estos hongos son parásitos facultativos y pueden desarrollarse y formar estructuras de reproducción asexual en cualquier resto orgánico, especialmente en los restos de poda.