Estas plantas medicinales resuelven problemas comunes y colaboran en combatir la obesidad, diabetes, colesterol alto, anemia, artritis, fibromialgia, alteraciones en la piel y cáncer.
Salvia
La salvia puede consumirse en forma de infusión, 300 ml, 2 veces al día, y es la especie llamada ‘’salvia común’’.
Los principales componentes de la salvia son el ácido carnósico y el carnosol que actúan reduciendo la ganancia de peso y la acumulación de grasa aun si se cuenta con una dieta rica en grasa.
A su vez previene el aumento de triglicéridos en el hígado lo que conduce a hígado graso, una complicación frecuente de la obesidad.
Es de este modo que la salvia también es de utilidad para prevenir el desarrollo de enfermedades cardiovasculares asociadas a la obesidad como dislipemias e hipertensión.
Cómo cultivarla
La salvia crece a partir de cultivar sus semillas o trasplantar de un plantin que adquieras. La salvia tolera los cambios de temperatura, pero requiere sol y mucho aire durante el día.
Requiere un suelo con un pH de entre 6 y 6.5 para lograr esto puedes agregar a la tierra desechos orgánicos. Puede cultivarse junto con el perejil para un mejor resultado.
Las semillas deben plantarse al final de la primavera con 0,3 cm de profundidad y una separación de aproximadamente 60 cm.
ROMERO
El empleo de romero en tus comidas, infusiones, en la realización de baños de inmersión y masajes brinda un efecto de relajación física, mental y fortalece la memoria.
A su vez el empleo de romero mejora la respiración, los movimientos y el estado de ánimo.
Lo cual es posible gracias a la acción de los componentes activos del romero, el ácido cafeico y el ácido rosmarínico que relajan los músculos y promueven la circulación sanguínea.
Cómo cultivarlo
El romero se puede cultivar a través de semillas o a partir de otro plantin requiere abundante sol y cantidades moderadas de agua.
Durante la primavera es conveniente incorporar desechos orgánicos.
Requiere lugar para crecer por lo que debe utilizarse una maceta grande o dejar 4 pies de espacio alrededor.
Perejil
El perejil es una hierba utilizada desde la antigüedad para el tratamiento de enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide y trastornos inflamatorios crónicos
Este poder inmunomodulador se explica porque el perejil tiene como efecto suprimir el desarrollo de la respuesta inmune en el cuerpo.
El perejil posee sustancias beneficiosas llamadas flavonoides, carotenoides, ácido ascórbico que actúan sobre la respuesta inmune y resultan una alternativa a los fármacos con numerosos efectos secundarios.
Cómo cultivarlo
El perejil crece de las semillas en la primavera, tarda mucho en germinar, casi un mes, por lo que puede colocarse en agua las semillas previamente. Las semillas se colocan en filas con una distancia de 20 a 25 cm y 1 cm de profundidad.
Requiere un suelo húmedo, recibir mitad de sombra y solo 5 horas de sol al día.
Menta
El mayor contenido de hierro en la menta se encontró en especies de cultivo orgánico y en el hogar, debido a que las hojas secas o contenidas en saquitos alteran su contenido en hierro.
Recordemos que el hierro en el cuerpo es fundamental para el transporte de oxígeno y síntesis de ADN.
La utilización de la menta como infusión y en comidas no solo brinda sabor y aroma sino a su vez permite prevenir la deficiencia de hierro.
¿Cómo cultivar la menta en casa?
En principio su cultivo requiere un ambiente frío, luego debe mantenerse la temperatura entre 20 y 40 ° tardan entre 12 y 16 días en germinar.
Las semillas requieren un espacio de 50 cm. La menta requiere un clima y suelo húmedo, no toleran heladas y es importante que reciba sol durante todo el día.
Aloe vera
La planta de aloe vera es bien conocida por sus propiedades de salud, belleza y cuidado de la piel por la presencia de más de 75 componentes activos en su mayoría presentes en el gel en su interior.
El aloe contiene vitaminas antioxidantes como la A, C y E que neutralizan los daños que producen los radicales libres en la piel y protegen del daño solar.
Posee 8 enzimas que reducen la inflamación de la piel y cuenta con variedad de minerales que son necesarios para procesos enzimáticos importantes como el zinc y selenio.
También cuenta con sustancias antibacterianas como el ácido salicílico, saponinas que cuentan con poder de limpiar la piel y hormonas que actúan en la cicatrización.
Cómo cultivarlo
El aloe no emplea semillas, sino de las raíces de una planta anterior.
Requiere un clima cálido que reciba de 8 a 10 horas de luz y suelo bien húmedo con materia orgánica. Deben contar con una distancia de 90 x 90 cm entre ellas.
Cuando se coloca la planta en la tierra debe evitar que esta toque las hojas para evitar que se pudran. Evita regar la planta por unos días para permitir a las raíces sanar.
Soporta temperaturas frías, pero no inferiores a -4 grados. Puede colocarse en el interior del hogar durante el periodo de frío.