En la actualidad cultivar en tu hogar es posible y se está convirtiendo en una práctica habitual pues todo lugar de tu casa puede funcionar como un pequeño huerto puedes cultivar estas plantas, obtener sus frutos, raíces y hojas para utilizarlas en tu cocina.
Esto hará que tengas a la mano los ingredientes más frescos para tu cocina, y así podrás evitar comprarlos en el supermercado.
Por ende es necesario que no olvides que siempre funcionan mejor las regaderas para darles agua a las plantas en lugar de los chorros directos, y que hay muchas opciones para nutrir la tierra, como los abonos orgánicos, que te ayudarán a darle vida a tus plantas.
Aguacate
Riego: Constante, tierra húmeda.
Luz: Semisombra.
Sólo déjalo unas horas en agua para que ablande y colócale cuatro palillos en forma de cruz para que, en un recipiente, pueda mantenerse a flote y sólo la base del hueso esté en contacto con el agua.
En 1 mes o menos verás cómo empieza a germinar, rompiendo la corteza. Así ya puedes plantarlo en una maceta y esperar el resultado. Se trata de un árbol, así que debes ser paciente y trasplantarlo cuando sea muy grande para la maceta.
Cebolla
Riego: Abundante. Disminuir una vez formados los bulbos.
Luz: Directa o semisombra.
Sólo tendrás que comprar una y cortar la tapa. Déjala unos días al aire, hasta que se seque un poco. Luego colócala en la maceta, apenas con un poco de tierra y sustrato alrededor.
En pocos días brotarán tallos, y en unas semanas se enraizará con fuerza. También puedes esperar a que germine por sí sola, como en el caso del jengibre, y plantarla dejando 1/4 de la cebolla afuera con el tallo hacia arriba.
Lechuga
Riego: Constante, tierra húmeda.
Luz: Sombra, en lo que brota, y luego semisombra.
Sólo consigue los corazones de ésta, corta sus bases y colócalas en cualquier recipiente con poca agua; en 2 semanas, habrá rebrotado. Después sólo siémbrala en una maceta, cubriendo la cabeza y dejando el brote en la superficie.
Lo bueno es que casi no le afectan las plagas, y estará dando abundantes hojas hasta que llegue el momento de plantar otro turno de lechugas.
Zanahoria
Riego: Constante, tierra húmeda.
Luz: Directa o semisombra.
Debes poner la parte de arriba de la zanahoria en un recipiente con poca agua durante unos días para ver cómo evoluciona, teniendo cuidado de que no se pudra. Esto porque hay que conseguir que brote una raíz del tallo, lo cual puede tardar entre 1 y 2 semanas.
Una vez que crezca, se cubre la base con tierra, dejando la raíz por fuera. Se recomienda poner varios de estos brotes en una serie de macetas rectangulares. Su crecimiento es lento, así que no desesperes.
Albahaca
Riego: Moderado.
Luz: Directa o semisombra.
Se siembra preferiblemente en semilleros, aunque también se puede hacer directamente en la maceta. La mejor época para que salga bien el cultivo de la albahaca es la primavera, y debes mantenerla alejada del frío y el viento.
Sólo tienes que conseguir una planta con buenas y fuertes raíces, y sembrarla. Lo bueno de esta planta es que ahuyenta a las plagas, ayudando a tus otros cultivos a estar sanos.
Jengibre
Riego: Constante, tierra húmeda.
Luz: Semisombra.
El jengibre germina sin ayuda, pero si lo dejas en agua toda la noche, el proceso será más rápido. Sólo planta una pieza con los brotes más grandes hacia arriba y mantenlo bien hidratado y alejado de las bajas temperaturas, sobre todo al principio. Puedes tenerlo en macetas grandes y plantar varias piezas. Su mata es fina y muy bonita, así que es una planta ideal para estar en tu cocina.
Ajo
Riego: Constante, tierra húmeda.
Luz: Mucha luz.
Con una sola cabeza puedes empezar tu cultivo, separando los dientes y dejando intacta la cáscara. Entiérralos con suficiente espacio entre cada uno, unos 8cm aproximadamente, y mantenlos por lo menos 8 horas a la luz. Es recomendable empezar en verano, para que aprovechen al máximo la luz solar y no tengas que hacer esfuerzos extra.
Fresas
Riego: Constante, tierra húmeda
Luz: Constante, pero no en exceso. Procura que también tenga sombra.
Existen macetas especiales, pero puedes cultivarlas en cualquier maceta de buen tamaño (pues su follaje es abundante), o incluso en un saco, para que cuelguen de un balcón.
Consigue las matas en una tienda especializada y entierra sus raíces a poca profundidad. Mantenlas hidratadas y cuida el tiempo que están expuestas a la luz.
Manzanas
Riego: Constante, tierra húmeda.
Luz: Directa.
Puedes obtener las semillas de la manzana que te comas. Sécalas bien hasta que pierdan la humedad de afuera, y luego mételas en el refrigerador envueltas en un papel húmedo. Debes mantener húmedo el papel, poniéndolo dentro de una bolsa.
En 1 semana habrán germinado; podrás plantarlas en una maceta grande, y esperar a que crezca el árbol que te dará sus jugosos frutos. Recuerda trasplantarlo cuando esté muy grande, como el del aguacate.