La campaña del mango en Perú atraviesa una crisis debido a la falta de lluvias, lo que aceleró la maduración del fruto y generó una sobreproducción en Piura, Áncash y Lambayeque. Esta situación ha provocado una saturación del mercado y una drástica caída en los precios, afectando gravemente a los productores.
Según el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), entre 10,000 y 20,000 toneladas de mango se han perdido a nivel nacional. En enero de 2025, el precio en el mercado mayorista de Piura cayó un 77 % en comparación con el mismo período del año pasado, situándose en S/1.07 por kilo. En muchos casos, este valor no cubre los costos de producción, lo que profundiza la crisis del sector.
Medidas desesperadas para contener la plaga
Ante la sobreoferta y la caída de precios, los agricultores han optado por enterrar hasta 3 000 toneladas de mango semanales para evitar la proliferación de la mosca de la fruta. Esta plaga representa un grave riesgo no solo para el mango, sino también para cultivos como el limón, la palta y la maracuyá, lo que podría impactar negativamente las exportaciones agrícolas.
Falta de infraestructura hídrica y vulnerabilidad climática
La crisis pone en evidencia la vulnerabilidad estructural de la agricultura peruana frente al cambio climático. Según el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), regiones clave como Piura, Lambayeque y Áncash dependen de las lluvias para el riego, ya que carecen de represas y sistemas tecnificados. Esta falta de infraestructura expone a los agricultores a crisis recurrentes y dificulta su adaptación a condiciones climáticas extremas.
Soluciones a largo plazo
Para prevenir situaciones similares en el futuro, es fundamental fortalecer la infraestructura hídrica y fomentar el uso de tecnología en la cadena productiva. La implementación de almacenes y técnicas de deshidratación permitiría conservar los excedentes y reducir el desperdicio, asegurando la disponibilidad del mango fuera de temporada. Estas estrategias no solo mejorarían la rentabilidad de los productores, sino que también contribuirían a la seguridad alimentaria del país.