El cambio climático ha traído consigo variaciones extremas en las condiciones ambientales, como temperaturas fluctuantes, sequías prolongadas y precipitaciones irregulares. Estos cambios crean un escenario propicio para la aparición de plagas y enfermedades que afectan gravemente los cultivos. En este contexto, el uso de semilla certificada se presenta como una solución estratégica para garantizar mayor resistencia, productividad y sostenibilidad en la agricultura.
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Rubén Carrasco, director ejecutivo de CultiVida, subrayó la relevancia de esta práctica al afirmar: “La semilla certificada no solo mejora la calidad y rendimiento de los cultivos, sino que también disminuye la vulnerabilidad frente a condiciones climáticas adversas y brotes de enfermedades. Al utilizar semillas de origen controlado y con altos estándares de calidad, los agricultores pueden maximizar sus resultados y reducir pérdidas significativas”.
Ventajas clave del uso de semilla certificada
El empleo de semillas certificadas ofrece múltiples beneficios que fortalecen la capacidad del sector agrícola para enfrentar los retos actuales:
- Resistencia mejorada contra plagas y enfermedades : Las semillas certificadas están diseñadas con características genéticas que aumentan su tolerancia a problemas comunes en los cultivos, reduciendo la dependencia de productos químicos intensivos.
- Adaptación a eventos climáticos extremos : Estas semillas han sido seleccionadas para soportar condiciones adversas, como sequías severas, lluvias torrenciales o cambios abruptos de temperatura, asegurando estabilidad en los rendimientos incluso en entornos difíciles.
- Mayor calidad y productividad : Ofrecen una germinación uniforme, plantas más vigorosas y una producción de mayor calidad en comparación con semillas de procedencia desconocida.
- Impacto positivo en la seguridad alimentaria : Al mejorar los niveles de producción y minimizar pérdidas por enfermedades, el uso de semillas certificadas contribuye a mantener un suministro constante de alimentos en el país.
Desde CultiVida se recomienda que los agricultores integren el uso de semillas certificadas con prácticas agrícolas responsables, como la rotación de cultivos, el manejo eficiente del agua y el monitoreo regular de plagas. Esto permitirá optimizar la producción y avanzar hacia una agricultura más sostenible.
“Es esencial que los productores tengan acceso a insumos agrícolas de alta calidad. Las semillas certificadas son una pieza clave para adaptar el sector agrícola a los desafíos del cambio climático. Invertir en estos recursos no solo beneficia a los agricultores, sino que también asegura el futuro de la seguridad alimentaria en el país”, destacó Carrasco.