Estudios preliminares refieren que una hectárea de bambú captura 40 % más CO2 que una hectárea de coníferas o eucaliptos.

Estos pueden llegar a producir cuatro veces más oxígeno que otros árboles y seis veces más celulosa que el pino.

Asimismo, genera hasta 40 t/ha de biomasa cada año y se ubica como una de las principales plantas en la lucha contra los efectos climáticos.

El Instituto de Investigaciones de la Amazonia Peruana (IIAP) con apoyo de Concytec y el Banco Mundial (BM) desarrolla un paquete tecnológico que permita la propagación clonal (reproducción vegetativa).

Así como el establecimiento de plantaciones de tres especies de bambúes nativos.

Estos con fines de captura de carbono e industrialización para contribuir con la conservación y cuidado del ambiente.

El bambú: cambio climático

El bambú, un recurso presente en las regiones tropicales y subtropicales del mundo, puede ser utilizado de muchas formas con el fin de brindar a sus poblaciones soluciones sostenibles de mitigación y adaptación al cambio climático.

Sin embargo, los bambúes amazónicos poseen propiedades que aún se desconocen, lo que dificulta su inserción y despegue comercial en el mercado local y nacional.

Jorge Manuel Revilla Chávez, investigador principal del proyecto, sostuvo que esta iniciativa busca conservar ‘ex situ’ las especies de bambú nativo.

Esto a fin de mitigar el cambio climático y luchar contra la pobreza.

Captura de carbono

«La implementación de jardines de multiplicación clonal y bancos de germoplasma son vitales, plantas de calidad destinadas a la instalación de plantaciones sostenibles con fines comerciales y de captura de carbono ”, señaló.

Además, el bambú brinda servicios ecosistémicos y oportunidades para generar ingresos, ya que sus beneficios incluyen fuentes locales de energía económica y renovable.

Así como componentes renovables para la construcción de viviendas asequibles, restauración rápida de suelos.

Además de áreas de pastos bases para nuevos tipos de industrias grandes y pequeñas, nuevas fuentes de forraje y otros.

La iniciativa se ejecuta en los departamentos de Ucayali, Huánuco, Cusco, Loreto, San Martín, Amazonas y Madre de Dios.

«En la primera etapa se evaluó el comportamiento de la propagación clonal de las tres especies de bambú nativo, se determinaron las reservas de carbono potencial en un escenario de plantaciones industriales», enfatizó.

De la misma manera comentó que con la información se espera fortalecer las capacidades de los pobladores y la difusión de los resultados una vez culminado el proyecto

Para la ejecución de esta iniciativa ganadora de la convocatoria Investigación Aplicada y Desarrollo Tecnológico, el IIAP recibió financiamiento por parte del Concytec en convenio con el Banco Mundial, por medio de su unidad ejecutora Fondecyt.

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