El Ministerio del Ambiente (Minam) presentó su estudio “Línea de base de la diversidad del tomate peruano con fines de biodiversidad”; cuyos resultados confirmaron que el Perú es uno de los centros de origen del tomate.

José Álvarez Alonso, director general de diversidad biológica del Minam, conversó con Agencia Andina. Allí, explicó que la investigación determinó que el 90 % de los genes de tomates que se producen en el mundo, tienen su origen en el Perú.

Remarcó, además, que la diversidad del tomate está conformada por 17 especies, una domesticada y otras 16 silvestres que los expertos llaman parientes silvestres. De este total, 14 especies se encuentran dentro del territorio peruano y tres son endémicas del Perú.

Sostuvo que esta diversidad es el capital natural con que cuenta el Perú. Además que es fuente de recursos genéticos para mejorar la calidad de las cosechas y la adaptación al cambio climático.

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Tomates peruanos

Álvarez Alonso explicó que, durante la elaboración de este valioso estudio, los especialistas encontraron dos tipos de tomate peruano. Estos han sido cultivados desde tiempos ancestrales por agricultores peruanos.

Uno de ellos se encontró en el departamento de San Martín y el otro ampliamente distribuido en los valles interandinos a lo largo del país.

De acuerdo con el funcionario, los expertos reconocieron a estos tomates ancestrales como Solanum lycopersicum variedad cerasiforme. Indicó que dichas variedades son cultivadas por pequeños agricultores y familias indígenas.

“Estas variedades constituyen un recurso de importancia económica y alimenticia que forma parte de la diversidad agrícola nacional”, subrayó.

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En protección de su diversidad

Según el director general de diversidad biológica del Minam, el estudio forma parte de las acciones que ejecuta el sector para proteger la biodiversidad genética. Esta está fijada en la Ley que establece la Moratoria al Ingreso y Producción de Organismos Vivos Modificados al Territorio Nacional.

De igual manera, sostuvo que estas variedades constituyen un patrimonio natural e histórico y tienen un gran valor. “Se puede trabajar para el mejoramiento genético de varias variedades atendiendo la gran demanda mundial”, subrayó.

Por último, indicó que el estudio permitirá tomar decisiones informadas. De ese modo, se podrán elaborar propuestas, planes, programas y proyectos de toda índole; los cuales estarán relacionados con la conservación y el uso sostenible de la agrobiodiversidad nativa.

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