Cerca de la mitad de los alimentos producidos en el país se pierde anualmente debido al impacto de plagas y enfermedades. Esta situación no solo afecta la seguridad alimentaria, sino que también pone en riesgo la economía de miles de familias que dependen de la agricultura.
Plagas devastadoras impactan los cultivos esenciales
Cultivos vitales para la economía y el consumo diario, como el banano, el café, la papa, el arroz y las hortalizas, han sufrido graves daños a causa de plagas y enfermedades. Según Rubén Carrasco, director ejecutivo de Cultivida, plagas como el Fusarium Raza 4 Tropical, que ataca las plantaciones de banano, y la Roya del cafeto, que afecta al café, están destruyendo cultivos clave en diversas regiones.
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Factores que agravan la situación: cambio climático y agroquímicos ilegales
El cambio climático ha empeorado esta crisis, particularmente en las regiones del norte de Perú, donde la escasez de agua ha afectado gravemente las campañas agrícolas de cultivos como el arroz, las hortalizas y los frutales. A esto se suma el uso de agroquímicos ilegales y adulterados, que no solo dañan los cultivos, sino que también representan un riesgo para la salud pública y el medio ambiente.
La crisis afecta la economía y la seguridad alimentaria
Las pérdidas no solo afectan a los agricultores, sino que también tienen un impacto significativo en la población en general. Los precios de los productos básicos aumentan, lo que complica el acceso a alimentos para las familias peruanas. Esta crisis alimentaria pone en jaque la estabilidad de la cadena agroalimentaria del país, elevando el costo de vida y reduciendo el acceso a productos esenciales.
Soluciones tecnológicas y sostenibles
Frente a esta problemática, Rubén Carrasco destacó la importancia de la innovación tecnológica en la agricultura peruana. Para combatir las pérdidas, es crucial aumentar en un 50% la producción agrícola mediante tecnologías avanzadas, el fortalecimiento de las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) y el Manejo Integrado de Plagas (MIP). Estas estrategias no solo mejorarán la eficiencia en la producción, sino que también garantizarán el acceso a alimentos saludables.
El papel de las instituciones y la formación de agricultores
Carrasco también enfatizó la necesidad de capacitar a más agricultores y técnicos especializados para mejorar la agricultura familiar. Además, elogió el trabajo de instituciones como Senasa, Produce, SUNAT y la Policía Nacional en la lucha contra el comercio ilegal de agroquímicos. Según Carrasco, estas acciones son fundamentales para promover el uso responsable de productos agrícolas seguros y proteger tanto los cultivos como la salud pública.