En el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), 254 familias han encontrado una alternativa económica sostenible a través de la producción de miel de abeja. Con el apoyo de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), los apicultores locales han logrado incrementar su producción a 10 toneladas anuales.
Devida ha implementado un programa de apoyo técnico y provisión de equipos en 17 distritos de Ayacucho, Cusco y Junín. Los técnicos brindan capacitación en manejo de colmenas, sanidad apícola, cría de reinas y técnicas de cosecha.
Esto permitió incrementar la productividad de 4 a 12 kilos de miel por colmena al año, según explicó Alejandro Palomino Saldívar, especialista apícola de Devida.
«La tecnificación del proceso ha mejorado la calidad de vida de los apicultores, quienes antes trabajaban de manera rústica», detalló Palomino.
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Además, Sonia Sandoval Rodríguez, apicultora de la región, señaló que los daños causados a las abejas por los agroquímicos utilizados en los cultivos de hoja de coca han disminuido. Esto motivó a más apicultores a optar por métodos de cultivo respetuosos con el ambiente.
Este avance en la apicultura refleja un compromiso con prácticas sostenibles, destacando la importancia de encontrar alternativas económicas que respeten la biodiversidad y fomenten el desarrollo regional.
