La manzanilla es una planta medicinal que se caracteriza por sus pequeñas flores blancas parecidas a las de una margarita, de 1-2 cm de diámetro. Las flores se pueden secar y convertirse en un té de hierbas con un sabor frutal.

La manzanilla se caracteriza por tener propiedades antiinflamatorias y digestivas. Su nombre científico es Matricaria recutita o Matricaria chamomilla.

Cultivo de manzanilla

Las semillas de la manzanilla se caracterizan por ser muy pequeñas. Debemos conseguir un semillero o maceta con un suelo que tenga buen drenaje. Hay que evitar suelos arenosos y sin nutrientes, o para solucionarlo, aplicar una buena cantidad de composta.

La profundidad de la semilla es 3 veces su tamaño, después cubrir con mezcla sin comprimirlo. Regar inmediatamente después de sembrar y mantener la humedad. Las plántulas comenzarán a brotar aproximadamente en 2 semanas.

Trasplante

El trasplante se realizará cuando nuestras plántulas tengan el segundo par de hojas verdaderas, preferentemente por la tarde. La distancia entre plantas depende de la variedad; manzanilla alemana 25 cm y la romana 50 cm entre cada planta.

Las raíces son delicadas, es recomendable retirar las plántulas del semillero con la mayor cantidad de suelo posible y si sus raíces están comprimidas o enredadas, separarlas con cuidado. Realizar los hoyos en el suelo y aplicar composta antes del trasplante.  

Al colocar la plántula en suelo, cubrir hasta el inicio de las primeras hojas y comprimir un poco el suelo alrededor para estabilizar la planta. Realiza un círculo o cajete con tu dedo alrededor de la planta y riégala sin mojar las hojas.

Sol y sombra parcial

La manzanilla es una planta que se desarrolla en pleno sol o sombra parcial. La tierra siempre debe mantenerse húmeda, nunca empapada,  y con un buen drenaje. Si la temperatura es mayor a los 35°C puede dañar a nuestras plantas, por lo que debemos protegerla con malla sombra o mover nuestras macetas a un lugar protegido.

Esta planta demanda muchos nutrientes, por lo que es preferible aplicar composta una vez al mes para un buen crecimiento. Es recomendable aflojar el suelo alrededor de la planta sin lastimar las raíces y regar para evitar que escape la humedad del suelo.

La manzanilla es una planta resistente y no es susceptible a muchas plagas y enfermedades.  Sin embargo, revise semanalmente si aparecen pulgones, trips o cochinillas. Para eliminar los pulgones aplique agua con un poco de jabón biodegradable por la tarde para evitar daños por el sol. Los trips provocan pequeñas manchas blancas en las hojas y las cochinillas se alimentan de la planta. Para prevenir la aparición de plagas y enfermedades, debemos evitar la maleza.

Floración

Para fomentar la floración, debemos retirar hojas marchitas y flores abiertas. La cosecha de las flores depende de la variedad. Para la variedad alemana, anual (vive un año) se recolectan las flores al final de la temporada o cuando comienzan las heladas. Se arranca toda la planta y se cuelga boca abajo para que se seque completamente, colóquela dentro de una bolsa de papel para que las flores secas no caigan al suelo.

La variedad romana, planta perene, se cortan las plantas hasta dejarlas de unos 5-10 cm de altura, cuando la mayoría de las flores están completamente abiertas. En ambos casos, es importante recolectar en días secos y colgarlas hasta que se sequen completamente.

Las flores secas de manzanilla pueden almacenarse en frascos de vidrio herméticos, completamente limpios y secos. Se deben guardar en alacenas o espacios frescos sin que les dé la luz directa del sol.

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