En un contexto global donde el cambio climático y la escasez de agua son desafíos crecientes, resulta significativo que más del 70 % de las exportaciones del Perú se originen en zonas costeras con climas áridos y escasa disponibilidad hídrica. Según cifras recientes, de los 74 783 millones de dólares exportados en 2024, aproximadamente 54 037 millones provinieron de regiones como Lima, Ica, Arequipa, Áncash, La Libertad, Moquegua, Callao y Piura.

Estas zonas desérticas no solo concentran una gran parte de la actividad agrícola de exportación, sino que además son clave para la competitividad del país. Esto gracias a que albergan cultivos de alta demanda internacional como la uva, el arándano, la palta y el espárrago.

Compromiso Azul: una respuesta ante el estrés hídrico

Conscientes de esta dependencia crítica del agua en regiones naturalmente áridas, la Asociación de Exportadores (Adex), junto a diversos gremios empresariales, firmó el Compromiso Azul, una iniciativa liderada por la Autoridad Nacional del Agua (ANA) que busca garantizar un uso sostenible del recurso hídrico.

La firma del acuerdo, realizada el pasado 15 de abril, reunió a representantes de la Cámara de Comercio de Lima, la Sociedad Nacional de Industrias, la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía, la Confiep, ComexPerú y Agap, entre otros. El objetivo es claro: articular esfuerzos entre el Estado y el sector privado para preservar el agua en regiones clave para la economía nacional.

Exportar desde el desierto: una hazaña con alto costo hídrico

El modelo exportador peruano ha demostrado que es posible producir intensivamente en climas áridos, pero el precio ambiental es alto. De hecho, el país figura en el puesto 66 del ranking mundial de estrés hídrico de la ONU, y estudios proyectan una caída de entre 40 % y 80 % en la disponibilidad de agua dulce hacia el 2040. Ello coloca al Perú entre los países con mayor riesgo de escasez.

Frente a este panorama, el Compromiso Azul promueve herramientas como el Programa Huella Hídrica y el Certificado Azul. Ambas reconocen a las empresas que adoptan prácticas sostenibles en el uso del agua.

La sostenibilidad como estándar comercial

Durante el acto de suscripción, el presidente de Adex, César Tello Ramírez, destacó que las certificaciones ambientales ya no son una ventaja opcional, sino una exigencia del mercado internacional.

“Una empresa que aspire a consolidarse como exportadora no puede prescindir de estos estándares”, afirmó.

Además, hizo un llamado a ejecutar acciones concretas, como construir reservorios, implementar proyectos de siembra y cosecha de agua. Así como reforestar cuencas altoandinas para asegurar la disponibilidad del recurso.

Avances del sector privado en eficiencia hídrica

Un ejemplo de adaptación es el sector textil-confecciones, donde ocho de las diez principales empresas han modernizado sus plantas de tratamiento de aguas, logrando reutilizar entre el 50 % y 70 % del recurso en sus procesos productivos. Esta transformación tecnológica demuestra que es posible mantener la competitividad sin comprometer la sostenibilidad.

Hacia un futuro con agua para todos

El Compromiso Azul busca convertir el agua en un eje central del desarrollo sostenible. A través de espacios de formación, alianzas y políticas compartidas, esta iniciativa apunta a garantizar la seguridad hídrica para las actuales y futuras generaciones.

Como parte de esta visión, el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) anunció una inversión de aproximadamente 30 000 millones de dólares en infraestructura de irrigación. Eso con el fin de fortalecer la agricultura y reducir la vulnerabilidad hídrica en todo el país.

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