Las bombas de agua para el uso agrícola es una alternativa que favorece el regadío de los cultivos y rentabiliza la mano de obra de los agricultores. Disponer de este elemento para el trabajo en el campo, nos ofrece muchas ventajas:
Las bombas impulsan el agua desde diferentes profundidades, alcanzando grandes distancias. Existen diferentes tipos de bombas de agua que se adaptan a las necesidades del terreno de manera eficiente.
Asimismo, permiten precisar la cantidad de agua que el cultivo en cuestión necesita. De esta manera, favorecemos la producción y controlamos la cantidad de agua utilizada para el cultivo, cuidando así de nuestro medio ambiente.
Al utilizar un mecanismo más preciso, en cuanto a cantidad y horario de riego, los cultivos adquieren mayor uniformidad, aprovechando mejor así la cosecha en general. Además de contener mayores nutrientes e hidratación, debido a su suministro óptimo de agua.
Por lo tanto, emplearlas para la agricultura, nos ayuda a alcanzar mayor productividad y reducir las tareas y mano de obra necesaria, ya que el riego se hace automatizado, dejando tiempo óptimo para dedicar en otras actividades necesarias, para perfeccionar los resultados de los cultivos.
Este mecanismo supone una inversión inicial pero, después, nos ofrecen un ahorro económico notable, debido a que podemos reducir la mano de obra.
Con el uso de las bombas, cuidamos de nuestro medio ambiente, haciendo un uso regulado y razonado de la cantidad de agua.
Dato:
Entre los tipos de bombas están las que son para efectuar diferentes funciones, lo que se adapta, a la perfección, al tipo de cultivo, territorio y otras peculiaridades.
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