Una fórmula dermocosmética desarrollada en el Perú ha demostrado resultados positivos en el tratamiento de xerosis, una condición de resequedad extrema en la piel que afecta a pacientes sometidos a terapias contra el cáncer. Elaborada con aceite de Plukenetia huayllabambana, una planta amazónica con alto contenido de ácidos grasos omega-3, la crema fue calificada como segura, efectiva y viable para su producción a escala industrial.
Investigación liderada por CITIC y respaldada por Concytec
El desarrollo estuvo a cargo del Centro de Investigación, Tecnología e Innovación Cosmética (CITIC) de la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL), con el apoyo financiero del programa Prociencia del Concytec, en la categoría de Proyectos de Desarrollo Tecnológico.
Los ensayos clínicos evidenciaron que, tras cuatro semanas de uso continuo, el 100 % de los pacientes mostró una mejora del 32.7 % en la hidratación de la piel. Las pruebas de bioingeniería cutánea incluyeron parámetros como pH, elasticidad, sebo, pérdida de agua, firmeza y color, mostrando una recuperación significativa.
Dos versiones, misma eficacia: crema y loción
El estudio comprobó que la viscosidad de la formulación no afecta su eficacia terapéutica. Tanto la versión en crema como en loción mostraron resultados equivalentes en pruebas realizadas en Cusco, lo que amplía su potencial de aplicación según preferencias del usuario o condiciones del entorno.
Potencial de la Plukenetia huayllabambana como insumo cosmético
La planta utilizada en la fórmula —originaria de regiones andinas— contiene hasta 58 % de omega-3, superando al conocido sacha inchi convencional. Esta característica la convierte en un recurso valioso para el desarrollo de productos dermocosméticos con enfoque natural y sostenible.
El proyecto se desarrolló en colaboración con la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco (UNSAAC) y la empresa SMASAC, y se financió en un 70 % por Concytec y un 30 % por la USIL. El protocolo de investigación clínica fue aprobado por el Comité de Ética del Hospital Nacional Alberto Sabogal de EsSalud, donde se llevaron a cabo las pruebas clínicas bajo la supervisión del oncólogo Dr. Manuel Philco Salas.
Impacto en salud, biocomercio y desarrollo científico
La Mg. Patricia Lozada Huancachoque, directora del CITIC, señaló que el impacto del proyecto va más allá del beneficio médico, ya que también puede dinamizar el biocomercio mediante el cultivo del denominado “super sacha inchi”, estimular el desarrollo de la industria cosmética nacional, y generar nuevas investigaciones y publicaciones científicas.
Además, el equipo de investigación planea obtener una patente del producto como parte de la estrategia de innovación con valor agregado.
Trabajo multidisciplinario y enfoque formativo
En el proyecto participaron investigadores de distintas disciplinas: desde la USIL, la Dra. Ana María Muñoz, la Dra. María Saravia, la M.Sc. Keidy Cancino, entre otros especialistas y analistas del CITIC. Por la UNSAAC contribuyó la Q.F. Carla del Carpio, y desde la empresa SMASAC, el Ing. Juan Carlos Abanto. El proyecto también incluyó al tesista de maestría Q.F. Jorge Huamán.
El Vicerrectorado de Investigación de la USIL destacó este estudio como un ejemplo de investigación aplicada, que busca responder a necesidades concretas de salud. Además de promover la innovación responsable y fortalecer el ecosistema científico-tecnológico del país.