El Ministerio del Ambiente (Minam) lidera la implementación de la Hoja de Ruta de Finanzas Verdes, una estrategia nacional que busca canalizar recursos hacia proyectos con impacto ambiental positivo. Esto como respuesta a los efectos económicos del cambio climático, la degradación de ecosistemas y la pérdida de biodiversidad.
Aprobada en 2023 mediante el Decreto Supremo N° 007-2023-Minam, esta hoja de ruta está alineada con el Plan Nacional de Competitividad. Asimismo, proyecta movilizar 5 800 millones de dólares al 2030, equivalente al 3.1 % del PBI o al 5 % del financiamiento privado destinado a iniciativas sostenibles.
Dos componentes clave: enverdecimiento financiero y desarrollo de productos verdes
La estrategia se estructura en dos grandes componentes. El primero es el enverdecimiento del sistema financiero, que comprende asistencia técnica, capacitación y acompañamiento institucional para incorporar la gestión ambiental en las operaciones del sector financiero.
El segundo componente se enfoca en el desarrollo y financiamiento de productos verdes, promoviendo que bancos, aseguradoras, microfinancieras y fondos de pensiones clasifiquen sus productos como instrumentos con beneficios ambientales verificables.
“Las finanzas verdes son una herramienta clave para reducir las pérdidas económicas que generan fenómenos como El Niño o los incendios forestales. Requieren del compromiso público, privado e internacional”, explicó Elvis García, director general de Economía y Financiamiento Ambiental del Minam.
Cuatro brechas por cerrar: gobernanza, capacidades, mercado y regulación
Para lograr sus objetivos, la hoja de ruta busca cerrar cuatro brechas principales: la falta de gobernanza, la limitada capacitación, las restricciones del mercado y la ausencia de una regulación específica.
En este marco, el Minam realizó dos encuestas de sostenibilidad ambiental (2021 y 2023) a cuatro grupos empresariales financieros: bancos, microfinancieras, aseguradoras y AFP. Los resultados muestran que, si bien hay conciencia sobre la importancia de integrar riesgos ambientales en la toma de decisiones, aún persiste dificultad para identificar y clasificar productos financieros verdes.
Capacitación, taxonomía y Protocolo Verde
Como parte de los esfuerzos para cerrar estas brechas, el Minam desarrolló seminarios de finanzas verdes, capacitando a más de 400 funcionarios entre 2022 y 2024 en temas como gestión de riesgos ambientales, gobernanza y materialidad financiera.
Además, trabaja en el desarrollo de una taxonomía de finanzas verdes que permitirá clasificar operaciones sostenibles por sector económico. Esta herramienta ya se aplica en países como Colombia, México y República Dominicana. En el caso de Perú, se planea adoptarla en sectores prioritarios como energía, agua y saneamiento, construcción, agricultura y silvicultura.
Por otro lado, la iniciativa Protocolo Verde, impulsada por el Minam, reúne a gremios del sistema financiero para hacer seguimiento a la implementación de esta hoja de ruta. A la fecha, ya se han realizado 22 sesiones y se conformó un comité ejecutivo evaluador.
Road shows para bionegocios y alianzas con otros sectores
Como parte de la estrategia, se desarrollarán ferias financieras (road shows) orientadas a bionegocios sostenibles. El primero se realizará el 20 de mayo en la región San Martín. El objetivo es fomentar financiamiento en rubros como agricultura agroforestal, ecoturismo y acuicultura sostenible.
Asimismo, el sector público también participa en este proceso mediante programas como Agroideas, AgroPerú y Promoción del Turismo Rural del Mincetur. Todos ellos están incorporando criterios de sostenibilidad en sus bases concursables.
“Estamos sentando las bases para que el sistema financiero peruano pueda responder a los desafíos ambientales con herramientas concretas. Las finanzas verdes ya no son opcionales, sino parte de una agenda global que busca un desarrollo económico más resiliente y justo”, concluyó García.