El Gobierno peruano avanza en la ejecución de una ambiciosa cartera de proyectos de irrigación agrícola. En marzo, el ministro de Economía y Finanzas, José Arista, anunció el impulso de 22 proyectos que requerirán una inversión estimada en US$ 24 061 millones. Esto con el objetivo de ampliar la frontera agrícola en más de un millón de hectáreas y optimizar el riego en otras 278 000 hectáreas.

Sin embargo, esta última semana, el ministro de Desarrollo Agrario y Riego, Ángel Manero, precisó que el Ejecutivo decidió priorizar un grupo inicial de 15 proyectos, seleccionados por contar con estudios de preinversión y factibilidad avanzados.

Proyectos avanzados en riego se ejecutarán mediante APP, G2G u Obras por Impuestos

Según explicó Manero, estas iniciativas se desarrollarán a través de esquemas de asociación público-privada (APP), Gobierno a Gobierno (G2G) o mediante el mecanismo de Obras por Impuestos (OxI). Se espera que el primer listado oficial de proyectos sea anunciado en las próximas semanas.

Entre las obras ya en fase de habilitación figuran los proyectos de riego Chavimochic, Alto Piura, Chinecas y Majes. Todos ellos considerados fundamentales para el desarrollo agrario del país.

Gremios piden nuevo marco legal para atraer inversiones

Desde el sector privado, el presidente de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (AGAP), Gabriel Amaro, sostuvo que para que estos proyectos tengan el impacto esperado, es fundamental avanzar en la aprobación de una nueva Ley de Promoción Agraria.

Amaro planteó que se restablezca una tasa reducida del impuesto a la renta del 15 %, similar al régimen especial vigente hasta fines del 2020. También propuso incorporar incentivos a la inversión y al empleo formal, con el fin de impulsar la competitividad del agro peruano.

Impactos de la falta de incentivos y del Bono Beta

La ausencia de una ley de promoción agraria clara, señaló Amaro, ha provocado una reducción en el empleo agrícola y estancamiento en las exportaciones del sector. Añadió que la exclusión del agro del programa Bono Beta, vigente desde 2020, ha impactado negativamente. Esta medida, originalmente impulsada en el marco de acuerdos comerciales con EE.UU., fue eliminada por decisiones políticas recientes en ese país.

AGAP sugiere reactivar parcialmente el Bono Beta, con un esquema que beneficie tanto a empleadores como a jóvenes que se inician en la actividad agrícola.

Urge fortalecer al Midagri

Finalmente, el gremio productivo remarcó que el éxito de los proyectos depende también del fortalecimiento institucional del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego, cartera que —según alertó— presenta alta rotación ministerial, presupuesto limitado y escasa capacidad ejecutiva. En ese sentido, solicitaron al Ejecutivo otorgar mayor autonomía y recursos al sector para enfrentar los desafíos del agro nacional.

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