El ministro de Desarrollo Agrario y Riego, Ángel Manero Campos, afirmó que el Perú cuenta con una notable capacidad productiva en determinados cultivos. Esto ha generado excedentes que afectan los precios en el mercado nacional.
Manero mencionó que productos como la papa blanca, el camote amarillo, la zanahoria, el zapallo, la cebolla y el ajo son sembrados en grandes volúmenes. Esto genera cada año una caída de sus precios debido a la falta de alternativas productivas.
En ese sentido, el titular del Midagri subrayó que una de las principales tareas del Estado es fomentar la diversificación agrícola. Ello con el fin de evitar estos desequilibrios de oferta y demanda que terminan perjudicando al agricultor.
Transformación en la sierra: de papa blanca a hojuelas de exportación
En las regiones andinas, señaló Manero, se viene impulsando una transformación productiva con la siembra de cerca de 30 mil hectáreas de papas nativas destinadas a la elaboración de hojuelas para exportación. Este cambio está respaldado por una inversión privada de 15 millones de dólares realizada en 2024 por el empresario Carlos Añaños, quien instaló una planta de procesamiento en la sierra. Como resultado, se dejará de sembrar una cantidad similar de papa blanca, lo que contribuirá a evitar la saturación del mercado interno con ese producto.
Promoción de cebada y granos andinos para ampliar la oferta agrícola
El ministro también destacó las gestiones realizadas con la empresa cervecera Backus para promover el cultivo de cebada en lugar de importarla. Según indicó, se busca retomar la tradición de las marcas Cusqueña y Arequipeña, que en el pasado utilizaban cebada andina en su producción. Este año, se espera iniciar el desarrollo comercial de cebada cervecera cultivada en el país.
En paralelo, se aprobó la Ley de Industrialización de Granos Andinos. Esta norma obliga a las panaderías a incorporar entre 1% y 2% de harina de quinua, kiwicha o cañihua en la elaboración de sus productos. Aunque esta medida se calificó como excepcional, el ministro explicó que su aplicación permitirá crear una demanda directa que beneficiará a los productores del sur del país, garantizando un mercado para sus cosechas y reduciendo el riesgo de sobreoferta.
En la costa, maíz amarillo duro y algodón como alternativas productivas
Respecto a la situación en la costa peruana, donde también se presentan casos de sobreproducción como en el camote amarillo, el ministro propuso como alternativa la siembra de maíz amarillo duro. Actualmente, la producción nacional solo cubre el 25% de la demanda, por lo que, según Manero, existe un amplio margen para expandir este cultivo, que además ofrece ingresos adicionales gracias al valor de la chala como forraje. En ese contexto, el Midagri impulsa una cadena productiva de maíz en la costa central para sustituir gradualmente el exceso de siembra de camote.
Asimismo, se está promoviendo la recuperación del algodón como cultivo industrial, a través del financiamiento estatal de 5,000 hectáreas. El ministro destacó que los precios internacionales del algodón de fibra larga se han estabilizado, debido al cambio de tendencia del mercado asiático, especialmente en China, que ahora demanda algodón de mayor calidad como el tipo pima y sub pima.
Rumbo a una agricultura diversificada con visión exportadora
Finalmente, Manero reconoció que el proceso de diversificación tomará al menos dos o tres años, y que deberá ir acompañado por un mayor acceso a mercados internacionales. Para lograrlo, consideró fundamental mejorar la logística, el marketing, la certificación de productos y la vinculación con la gastronomía peruana. Afirmó que los pequeños productores tienen el potencial de competir globalmente, como ya ocurre con productos como el mango, la palta, la granada, las pecanas, el kion, el café, el cacao, el banano, los granos andinos y las papas nativas.
“Necesitamos estimular esa ambición de competencia. El agricultor peruano puede llegar al mundo, pero requiere herramientas y condiciones que debemos seguir construyendo”, concluyó el ministro.