La industria de la cebolla en 2025 enfrenta un escenario complejo marcado por la sobreoferta global que mantiene los precios deprimidos. Este fenómeno afecta a productores en países como Perú, México, Argentina y España, mientras que naciones líderes como Países Bajos y China buscan mantener su competitividad mediante estrategias de integración y tecnología avanzada.
Contexto internacional y tendencias de exportación
El comercio mundial de cebolla alcanza un valor cercano a los $5,082 millones, pero la sobreoferta durante el primer semestre del 2025 ha generado presión en los precios, especialmente en Estados Unidos, afectando a exportadores de Latinoamérica y Europa, según FreshFruit. Factores climáticos y fitosanitarios continúan siendo retos estructurales; en el Reino Unido la sequía limita la producción, mientras que en España lluvias y enfermedades como mildiu y trips han reducido la cebolla temprana, incrementando los precios de calibres grandes.
Países Bajos lidera la exportación global, destinando cerca del 16% de su producción al exterior, seguido por China (12%) y México (9%). La estrategia neerlandesa combina expansión del área cultivada —33,200 hectáreas— y diversificación con un aumento del 30% en cebollas rojas, respaldada por infraestructura logística avanzada e integración tecnológica como IA y aprendizaje automático (proyecto MSP Platinum). Por su parte, India ha reactivado sus exportaciones tras eliminar aranceles, aunque enfrenta pérdidas por infraestructura de almacenamiento insuficiente, como ocurrió en Maharashtra, donde se perdió hasta el 50% del producto almacenado.
Producción y exportación de cebolla en Perú
El modelo peruano se centra en calidad, innovación varietal y abastecimiento continuo. Variedades híbridas como Century, Campolindo, Plethora y Sweet Caroline (amarillas) o Golazo y Noam (rojas) permiten una oferta constante y flexible. La cebolla Golazo destaca por su firmeza y poscosecha, facilitando transporte prolongado y cobertura de ventanas estratégicas, como la escasez en Chile entre septiembre y noviembre.
Las exportaciones se orientan a cebollas rojas y rosadas para Ecuador, Colombia, Bolivia y Chile, y amarillas dulces tipo granex para Estados Unidos y España. Hasta septiembre de 2025, se registraron 195,024 toneladas exportadas, con un valor total de $75 millones, una caída cercana al 13% debido a la reducción de precios promedio a $0.39/kg, por debajo del costo de producción de $0.25/kg.
Oportunidades para el sector incluyen la diferenciación varietal, la creciente demanda de cebollas gourmet y el acceso a mercados regionales y internacionales. Las amenazas persisten, como riesgos fitosanitarios, escasez de agua, variabilidad climática, altos costos laborales y logísticos, y gestión de inventarios insuficiente, que podría profundizar la sobreoferta.
El sector requiere coordinación entre actores públicos y privados, inversión en investigación agrícola, diversificación de productos de valor agregado y adopción de tecnologías inteligentes inspiradas en el modelo neerlandés, garantizando eficiencia, calidad y trazabilidad para sostener precios premium.

















