En el Perú Carbón Fórum 2025, el ministro de Desarrollo Agrario y Riego, Ángel Manero, destacó la relevancia de los mercados de carbono como herramienta para mitigar el cambio climático. En su intervención, recalcó que la colaboración entre el Estado y el sector privado es esencial para fortalecer estos mecanismos y beneficiar directamente a los pequeños productores rurales del país.
La meta es clara: reducir la deforestación, conservar la biodiversidad y fomentar una agricultura y ganadería regenerativas en zonas de alta vulnerabilidad ambiental. Todo ello permitiría dinamizar las economías locales e incorporar prácticas agrícolas sostenibles en la costa, sierra y selva.
Estos esfuerzos buscan alinear las políticas nacionales con el mercado de bonos de carbono, mediante la formalización de proyectos que puedan ser reconocidos en los espacios regulados y voluntarios.
Emisiones agrícolas y oportunidades de mitigación
Según el Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero de 2019, el sector que más emisiones genera en el Perú es el de Uso de la tierra, cambio de uso de la tierra y Silvicultura (UTCUTS), con un 47,9 %. Le siguen los sectores de energía (30,1 %), agricultura (13,5 %), residuos (5 %) y procesos industriales y uso de productos (3,6 %).
En este contexto, el sector agrícola representa una proporción significativa de las emisiones totales del país. Sin embargo, también ofrece oportunidades concretas para aplicar soluciones basadas en el carbono. Jorge Torres Padilla, director ejecutivo de la empresa especializada en proyectos de carbono Paskay, explicó que a nivel internacional ya existen más de 1.000 proyectos agrícolas registrados en el mercado voluntario de carbono, según un informe de la Universidad de Berkeley publicado en 2025.
Un caso destacado es el de Ghana, que vende créditos de carbono a Suiza mediante un programa de cultivo de arroz con prácticas climáticamente inteligentes. Este modelo demuestra cómo es posible articular acciones locales con mercados internacionales.
Prácticas sostenibles con potencial en el Perú
De acuerdo con Torres Padilla, el Perú podría implementar diversas estrategias que permiten reducir emisiones agrícolas y generar créditos de carbono. Algunas de estas prácticas son:
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Manejo sostenible de pastos naturales y cultivados en zonas altoandinas.
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Implementación de sistemas silvopastoriles en áreas de selva.
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Aplicación de secas intermitentes en el cultivo de arroz.
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Manejo sostenible de cultivos permanentes en la Amazonía.
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Uso de residuos agrícolas para evitar quemas.
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Manejo agroecológico del suelo en sistemas orgánicos certificados.
Estas acciones permitirían mejorar la productividad sin necesidad de ampliar la frontera agrícola ni afectar los bosques. Además, ayudarían a posicionar al país como un proveedor de productos agrícolas sostenibles con baja huella de carbono.
Con el respaldo técnico adecuado, las familias rurales podrían acceder a ingresos adicionales provenientes de los mercados de carbono. Este tipo de medidas contribuirían a reducir la presión sobre los ecosistemas y facilitarían el acceso a mercados internacionales más exigentes.
Tipos de mercados de carbono y avances en el Perú
Existen dos tipos principales de mercados de carbono. Por un lado, está el mercado regulado, creado por gobiernos o acuerdos multilaterales. En este ámbito, las empresas deben cumplir límites obligatorios de emisiones y pueden intercambiar créditos a través de mecanismos como los Resultados de Mitigación Transferidos Internacionalmente (ITMO), bajo el Artículo 6.2 del Acuerdo de París.
En este marco, el Perú ha firmado acuerdos bilaterales con Suiza y Singapur, y se encuentra en proceso de negociación con Corea del Sur y Japón.
Por otro lado, está el mercado voluntario, donde empresas o individuos compran créditos sin obligación legal, como parte de sus estrategias ambientales o de responsabilidad social. Ambos tipos de mercado ofrecen beneficios económicos a quienes implementen proyectos de mitigación de emisiones.
Perspectivas para una agricultura moderna y sostenible
Para consolidar el desarrollo de estos mecanismos en el país, Torres Padilla señala que es necesario un liderazgo político claro por parte del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri). Este liderazgo debe traducirse en una estrategia nacional integral con base en:
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Información consolidada de productores, cultivos y prácticas.
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Financiamiento orientado tanto a la producción como a la conservación.
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Asistencia técnica y fortalecimiento de capacidades locales.
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Promoción activa de mercados, incluidos los de carbono.
El rol del gobierno central será clave para facilitar estas condiciones y permitir que más productores accedan a los beneficios del mercado de carbono, alineando productividad agrícola con sostenibilidad ambiental.