La pitahaya peruana, conocida también como “fruta del dragón”, se posiciona como uno de los productos más prometedores de la Amazonía por su riqueza nutricional, versatilidad industrial y potencial exportador. Este fruto exótico no solo destaca por sus beneficios para la salud, sino también por su papel emergente en la agroexportación nacional. En 2025, el Perú ha superado el millón y medio de dólares en exportaciones, consolidando a la pitahaya como una joya agrícola con proyección global.

Propiedades nutricionales de la pitahaya: una aliada para la salud

La pitahaya es un fruto ovalado que puede ser de color amarillo o rosado, con una pulpa blanquecina repleta de semillas negras. Su bajo contenido calórico y su alta concentración de vitamina C la convierten en un excelente refuerzo para el sistema inmunológico, ayudando a prevenir enfermedades respiratorias y a mejorar la absorción de hierro, lo que contribuye a combatir la anemia.

También contiene minerales esenciales como calcio, hierro y fósforo, además de vitaminas del complejo B (B1, B2 y B3), necesarias para la formación de glóbulos rojos. Su alto poder antioxidante ayuda a reducir la acción de los radicales libres, responsables del envejecimiento celular y de enfermedades crónicas.

Las semillas de la pitahaya son ricas en Omega 3, que favorece la salud cardiovascular y ayuda a prevenir tipos de cáncer relacionados con los cambios hormonales, como el de mama, colon y próstata. Además, protege el hígado frente a toxinas y resulta beneficiosa durante etapas de crecimiento, embarazo, lactancia o tratamientos oncológicos.

Formas de consumo y aprovechamiento industrial

La pitahaya peruana se consume principalmente al natural o en jugos, cócteles y postres, destacando por su sabor refrescante y su atractivo visual. En la gastronomía, se utiliza en helados, yogures, mermeladas, gelatinas y salsas, e incluso sus hojas pueden aprovecharse en infusiones que ayudan a aliviar la migraña y el insomnio.

Su potencial trasciende el ámbito alimentario. En la industria, se utiliza para elaborar pulpa congelada, jarabes, licores y colorantes naturales. Las flores y tallos también tienen aplicaciones en el sector cosmético y farmacéutico, donde se transforman en jabones, champús y esencias aromáticas. Además, el residuo vegetal puede emplearse como forraje para alimento animal, generando una cadena de valor integral y sostenible.

Producción y expansión del cultivo de pitahaya en Perú

El cultivo de pitahaya se desarrolla principalmente en los departamentos amazónicos de Amazonas y San Martín, aunque también se ha expandido a Piura, Lambayeque, Lima y Junín, con posibilidades de establecerse en Ayacucho.
Según Germán Caballero, socio fundador de EpicFarms, en 2024 el Perú exportó más de 424 mil kilos de pitahaya, por un valor de US$ 1,37 millones. En el primer semestre de 2025, las exportaciones ya alcanzaron US$ 1,57 millones, evidenciando un crecimiento sostenido.

El mercado estadounidense es actualmente el más prometedor, con una demanda insatisfecha de 31 mil toneladas, mientras que Ecuador domina el 87% de la oferta global. No obstante, el Perú tiene una ventaja competitiva del 48% en precios, así como gran potencial en nichos de productos orgánicos y premium, especialmente en las variedades de pulpa roja.

Competencia internacional y oportunidades comerciales

En el escenario global, Ecuador y Colombia lideran las exportaciones durante los primeros meses del año, mientras que Brasil concentra su producción en el mercado interno, lo que abre oportunidades para el Perú entre marzo y junio, una ventana comercial estratégica.

Frente a competidores como México, Vietnam y Nicaragua, la sostenibilidad peruana es un diferenciador clave. Las proyecciones para el periodo 2025–2027 apuntan a exportaciones por US$ 80 millones a Estados Unidos, US$ 20 millones a Países Bajos y US$ 5 millones a España, además de un mercado interno en expansión valorado en US$ 1,5 millones.

Durante los primeros meses del año, los precios pueden alcanzar hasta 5 €/kg, con costos de flete entre US$ 2,1 y US$ 2,88/kg. Sin embargo, entre marzo y junio, la disminución de la oferta regional permite una mayor rentabilidad para el producto peruano, optimizable mediante técnicas de fotoperiodo inteligente.

Estrategias para fortalecer la exportación de pitahaya peruana

Para consolidar el liderazgo peruano en el mercado internacional, los expertos recomiendan sincronizar la floración, mantener mermas por debajo del 8%, obtener certificaciones Global G.A.P. y orgánicas, y diversificar los canales de comercialización entre fruta fresca, pulpa congelada (IQF) y productos procesados.

Asimismo, la adopción de energías limpias, la implementación de sistemas de trazabilidad y la creación de una marca país sólida —como Pitahaya Perú Orgánica— resultan fundamentales para posicionar al Perú como referente mundial en fruta exótica sostenible.

De acuerdo con Caballero, los próximos pasos para el sector incluyen estandarizar mediciones, definir un pipeline comercial estable, actualizar los precios y fletes de forma trimestral, y fortalecer la articulación entre productores, exportadores y autoridades. La ventana de marzo a junio se presenta como el periodo clave para maximizar la rentabilidad y consolidar el liderazgo del país en este mercado de alto valor.

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