La temporada 2024/2025 de mango en Perú, esperada como una oportunidad para la recuperación tras dos años complicados, enfrenta graves problemas climáticos y logísticos que han complicado aún más la situación. Según Jim Ruiz, CEO de Agrícola Nuestra Tierra, esta campaña se ha convertido en una «pesadilla» para los productores y exportadores.
El impacto del clima y la coincidencia de campañas
“El clima frío de julio a octubre provocó un adelanto general de las cosechas, lo cual hizo coincidir al mango peruano con las campañas de uvas y arándanos”, explicó Jim Ruiz. Esta coincidencia generó una competencia interna por recursos clave como cartón, transporte y contenedores vacíos, encareciendo los costos de producción.
A la crisis se sumó la sequía, que llevó a los exportadores de uvas y arándanos a cosechar rápidamente para evitar problemas por falta de agua. Ruiz detalló que “esto hizo que la demanda superara a la oferta, disparando los precios del transporte y de materiales como el cartón”.
Incremento de costos y retrasos logísticos
“La pesadilla no termina ahí”, agregó Ruiz, quien denunció que las navieras aumentaron sus tarifas hasta un 30% y aplicaron cargos adicionales de hasta USD 2,000 por contenedor, en algunos casos de manera retroactiva. Además, señaló que “los tiempos de tránsito se incumplieron, con retrasos de entre 5 y 20 días, lo cual obviamente afectó la calidad del mango”.
Por si fuera poco, la falta de equipos vacíos en los puertos también agravó la situación. Según Ruiz, “las uvas y los arándanos pagaban mejor por el transporte, lo que dejó a los exportadores de mango pagando fletes más caros”.
Competencia internacional: el peso de Brasil
En el ámbito internacional, Brasil continúa siendo un fuerte competidor. “Por tercer año consecutivo, Brasil sigue con grandes volúmenes a Europa, lo cual hizo que el mercado nunca despegara”, afirmó Ruiz. Esta sobreoferta en Europa ha mantenido los precios bajos, dificultando la comercialización del mango peruano.
Con la temporada en su fase final, productores de Piura, Lambayeque y Áncash enfrentan un panorama sombrío, donde los costos elevados, los retrasos logísticos y la competencia internacional limitan las posibilidades de recuperación del sector. “Todos esperábamos una temporada para recuperar la senda, pero la realidad pinta definitivamente mal”, concluyó Ruiz.
